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“El reto más importante de la informática está en conseguir un desarrollo de software adecuado para los sistemas modernos”

El profesor de la FIUPM, Juan José Moreno Navarro, entrevista en Madrid a Ian Sommerville, en el marco de la ICCBSS’08


28.02.2008. El profesor Ian Sommerville de la Universidad de St. Andrews en Escocia, está en Madrid invitado por ICCBSS’08, la principal conferencia mundial sobre Componentes Software. ICCBSS’08 cuenta con el aval de IEEE, la principal sociedad informática mundial. La conferencia ha estado organizada por IMDEA Software y la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid. Se desarrolla en el hotel Tryp Atocha de Madrid del 25 al 29 de Febrero.

Ian Sommerville ha presidido la división de Informática del Instituto de Ingeniería Eléctrica del Reino Unido y es ampliamente conocido por ser el autor del principal libro de referencia de la Ingeniería de Software, usado en prácticamente todas las Facultades de Informática del mundo. Desde el punto de vista científico, su trabajo se centra en el desarrollo de métodos, herramientas y técnicas para comprender y realizar sistemas software extremadamente complejos.

De especial interés son sus trabajos en los llamados sistemas socio-tecnológicos, donde la fiabilidad y seguridad de los sistemas no sólo depende de la corrección del software, sino también en cómo incide en las actividades humanas, sociales y de organización. Ian Sommerville ha accedido a responder a la siguiente entrevista, realizada por el profesor de la FIUPM Juan José Moreno Navarro.

En su opinión, ¿cuáles son los retos más importantes que tiene la informática para el futuro?

Desde mi punto de vista, el reto más importante está en conseguir un desarrollo de software adecuado para los sistemas modernos que son cada vez más complejos y realizan tareas más importantes. La informática como disciplina se ha centrado en el programador individual en lugar de grandes sistemas basados en computadores. Desde un punto de vista teórico, el desafío consiste en diseñar modelos, métodos, lenguajes y herramientas que permitan abordar el desarrollo de sistemas más y más complejos, combinando miles de elementos y ejecutándose en plataformas diferentes. Supone manejar esa complejidad a la vez que aumentamos significativamente las propiedades de calidad y fiabilidad de los sistemas. En cierto modo, significa trabajar con dosis de incertidumbre, que deben incluirse en los modelos teóricos. Desde el punto de vista práctico, estos sistemas ya están en circulación, por ejemplo si nos fijamos en los servicios que ofrece Google. Las tecnologías de desarrollo de software modernas se basan más en conectar elementos más que en crearlos de nuevo. El análisis y la validación de esto sistemas es un problema en el que hay que avanzar en los próximos años.

En efecto el software rodea nuestras actividades diarias, desde aviones y coches, hasta los bancos, la salud, las comunicaciones, etc. Hay más y más demanda de software que controla elementos esenciales de nuestras vidas, a la vez que cada vez es más complejo. ¿Qué puede aportar la investigación a este problema? ¿Considera usted que la posibilidad de que este software falle es un problema social, económico o tecnológico?

Hay un campo enorme de investigación para asegurar la corrección, fiabilidad y calidad del software. Pero tenemos que cambiar algo el concepto que tenemos de lo que es un fallo del software. Fundamentalmente tenemos que abordar los fallos que no tienen un efecto en la gente fuera del sistema (por ejemplo los aviones no tienen accidentes, los bancos respetan el dinero de los usuarios, etc.) Debemos de aportar tecnología para certificar que esos fallos no ocurren. Con respecto a otro tipo de fallos, probablemente tenemos que convivir con ellos ya que es extremadamente difícil generar software sin errores. Asumiendo este hecho, el siguiente reto es como el software puede recuperarse ante estos fallos y como se reduce el coste de esta recuperación. Resumiendo, el problema es social ya que los fallos pueden afectar ciudadano, económico y tecnológico, ya que la investigación en este campo está produciendo resultados muy relevantes.

Entonces, ¿podemos confiar en el software existente? ¿Podemos confiar en el software en el futuro?

Si hablamos de sistemas críticos, esto es, sistemas donde la vida de un ser humano puede correr peligro, la respuesta es sí. Los investigadores han desarrollado tecnología para abordar estos problemas aunque es compleja y costosa. Podemos utilizar coches, aviones, trenes de alta velocidad, etc. con absoluta confianza a pesar de que cada vez más dependen del software. Un reto fundamental es hacer esa tecnología más ligera, ágil y barata para que pueda servir para aplicaciones menos críticas pero de igual relevancia para el ciudadano. El siguiente paso está en los sistemas que están altamente regulados, como pueden ser los sistemas bancarios o la salud. Para estos casos ya se está desarrollando tecnología que permite confiar en estos sistemas.

Mi preocupación como usuario está en los sistemas proporcionados por los gobiernos. Estos sistemas se basan en el supuesto erróneo de que manejan datos perfectos, lo cual es imposible. Considérese, por ejemplo, un sistema para la detección de terroristas como se está intentando aplicar en los aeropuertos americanos. Las asociaciones de derechos humanos se quejan con razón de sus efectos ya que los datos con los que trabaja son incompletos y en algunos casos erróneos. Desgraciadamente no podemos confiar en un sistema como éste (aunque, ¿podemos confiar en los gobiernos?).

Usted lleva más de veinte años participando en proyectos de carácter internacional y europeo. En su opinión, ¿la investigación en Informática está adecuadamente tratada y gestionada en Europa?

En mi experiencia, en los programas europeos de investigación, éstos han tenido éxito en la creación de una cierta comunidad europea en Informática. Sin embargo, han fracasado en aportar una cantidad importante de investigación en informática. Hay una serie de razones para ello. La primera es que estos programas no apoyan en realidad la investigación a largo plazo. La segunda es que por alguna extraña razón no confían en los investigadores y las reglas estrictas y la falta de flexibilidad lastran los resultados finales. Finalmente, aunque han desechado una investigación más fundamental y han apostado por la industrial, no acaban de comprender la manera de comercializar la investigación obtenida en los proyectos.

En resumen, hay una financiación suficiente, pero con un gasto incoherente. Algunos programas nacionales están mejor gestionadas. Por ejemplo, el programa del Reino Unido, donde tenemos una comunidad de investigación en informática muy bien organizada, con una larga tradición (solo hay que recordar que Alan Turing, el padre de la informática, nació en el Reino Unido). El programa de investigación es, en mi opinión, más atractivo que el europeo ya que identifica claramente cuales son los retos de investigación tanto aplicada como fundamental a largo plazo, apoya la creación de centros de referencias, es flexible y ágil sin un exceso de burocracia y con políticas transparentes. La Informática en el Reino Unido tiene una gran relevancia entre las prioridades de investigación. Desde el punto de vista de la investigación el estatus de la informática es similar al de la física.

Como hemos mencionado, es usted autor de un libro sobre Ingeniería de Software que se ha convertido en una referencia. Varias generaciones han conocido los detalles fundamentales de esta disciplina gracias a su obra que ha alcanzado la octava edición. ¿Cuál es la clave para tener este éxito?

Quizás la clave es que escribí el libro que quería escribir y no el que me sugerían algunos investigadores. Traté de evitar temas de moda pero efímeros, aunque sí incluir nuevos avances que me parecían perdurables. Pero por supuesto, hay buenos competidores y algunos de mis colegas han escrito excelentes libros de texto. Además, traté de escribir en un lenguaje sencillo evitando las explicaciones complicadas.

¿Cuál es su opinión sobre la calidad de la investigación en informática en España?

Si bien mi conocimiento es limitado, mi experiencia práctica con los investigadores en informática es España es enormemente positiva. Los investigadores son muy competentes, excelente en calidad, motivados, y con una altísima formación. Muchos son una referencia internacional en el área del desarrollo de software. Sin duda, la calidad es muy alta y con el esfuerzo de ciertas iniciativas, como la de IMDEA Software, la calidad crecerá aun más.

Nos consta que usted ama la buena mesa y la cultura. ¿Ha disfrutado de su visita a Madrid?

Sin la menor duda: muy buen clima, muy buena comida, ... y visité la exposición Picasso y me encantó,… Una ciudad animada y apasionante.

¿Tiene algún mensaje adicional para los estudiantes, profesores e investigadores en Informática?

En pocas palabras: Salir y mirar lo que se está haciendo en el mundo. Parte de lo que está haciendo la industria es asombroso: obsérvese por ejemplo los desarrollos de Google o Amazon que son impresionantes. Podemos aprender mucho de ellos. Es importante para profesores, investigadores y estudiantes de informática estar atento a lo que se hace en el sector, a fin de concentrarse en problemas relevantes y no en otros de menor impacto. Esto no significa concentrarse en desarrollos industriales sino orientar la investigación en la línea de estos avances.

: El profesor Ian Sommerville junto a los presidentes del congreso, Stefan Schuster (SEI) y el director adjunto de IMDEA Software y profesor de la Facultad de Informática, Juan José Moreno Navarro

 

El profesor Ian Sommerville junto a los presidentes del congreso, Stefan Schuster (SEI) y el director adjunto de IMDEA Software y profesor de la Facultad de Informática, Juan José Moreno Navarro